Como Leer La Biblia
Claves Para Empezar:
Comienzo:
UNA BUENA COSA A INICIAR-Consíguete un buen cuaderno y una buena pluma. Comienza en el primero capítulo del Evangelio de Juan. Ahora recuerde que tu alma tal vez va a cien kilómetros por hora, o, de pronto, podrías estar de mal humor de una profunda depresión de auto-compasión. Tienes que encontrar un ritmo en donde “LO” traes con el fin de demostrar que eres serio y al mismo tiempo a extender tu corazón para sentir la Presencia de Dios. ¡Involucra a ti mismo! ¿Qué estás buscando? Lea el primer capítulo y luego escriba el resumen del mismo en no más de cuatro o cinco frases. A continuación, escribe sobre un versículo específico que te conmovió o que te habló. Escribe en segunda persona AL Señor. Comprométete a estudiar todo el libro. Tómate tu tiempo para leer, anticipar y ver que Dios te cambie.
No Es Poesia:
La Biblia no fue escrita para mero inspiración poética o la documentación histórica. Es una composición divina, agrupada sobre las generaciones del tiempo por el Espíritu de Dios usando los hombres comunes para una llamada extraordinaria a otro mundo. Para que Dios te pueda dar la revelación, Él exige que tú seas a la máxima intensidad en lugar de solo considerarla casualmente. La mayoría de los “cristianos” piensan que su exigencia para respuestas pone a Dios en una postura defensiva. Como si ÉL tuviera que demostrarte algo. Todo al contrario. A menos que te acerques a la Palabra de Dios con una actitud de desesperación, sino creyente, encontrarás que Dios es completamente silencioso.
Como Enfocarte:
Tienes que ser decisiva en leer la Palabra de Dios. No dejes que tu mente vaga, esperando que algo “espiritual” te llega. ¡Haz que ocurra! Es como caminar por un bosque y no disfrutar de ello porque estás muerto de mente y del corazón. Entonces, irías abajo de un árbol y te caigas en dormir. No disfrutas de la vida. No vives. Tienes que poner en práctica el deseo. Tienes que hacerte a ti ser ti mismo. Tienes que decirte a ti mismo “Disfruto de un arroyo y, por eso, voy a sentarme a su lado e intencionadamente poner en marcha a mi mente y corazón para MEDITAR”. ¡A PENSAR! Para procesar los pensamientos que te ayudarán a ser una persona más profunda y para preparar palabras y actitudes para contacto en el futuro con los demás. Analice tus errores y pecados, como cuando un soldado capturado es interrogado con el fin de obtener información valiosa para el futuro. Se llama “APRENDER”. Jesús dice: “Aprende de mí” (Mt.11:27).
Como Entender:
Muchas personas piensan la unique forma que van a lograr a entender la biblia es si alguien les enseña. Pero no es verdad. Puedo testificar que lo que dice Jesús es 100% la verdad “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas” Juan 14:26. Y también “En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas” 1Juan2:27.
Mientras que estás leyendo y estudiando es muy importante que hablas directamente a Jesús y que pides a Él a mandarte Su Espíritu Santo para enseñarte la significanze de las escrituras.
Recuerdo claramente que cuando yo era un niño, mi familia y yo rezábamos el rosario todos los días de rodillas. Nunca perdíamos ni un día. Era parte de un pacto de mi papá hizo con María. Esto continuó a través de mis años de bachillerato. Para un tipo que a le importó ser “bacano” y rumbear, esta ritual se convirtió no sólo en una contradicción de mi estilo de vida, sino una carga molesta a mis “planes valiosos”…
Refleciones:
Recuerdo que después de rezar el rosario, mi papá sacaba su enorme Biblia, cubierta de oro, que compró en Jerusalén. Mis pensamientos fueron “Oye, hermano, aquí es. Es tiempo de leer algún documento irrelevante”. ¿Cómo podría este libro, que se ha escrito sobre un pueblo y un tiempo antiguo, tiene algo remotamente relevante para mi mundo moderno de la música roquera?
Sin embargo, en una misteriosa sucesión de acontecimientos que son mucho más allá de mi capacidad de articular, aquellos días de escuchar y hablar de las Escrituras volvieron a cambiar por completo mi vida. Fue cuando mi madre se estaba muriendo de cáncer y puso un Nuevo Testamento en un paquete que me envió con sus deliciosas galletas de chocolate.
Yo era un estudiante de primer año, con una beca de fútbol, en la Universidad Central de Michigan. Mis malas formas de ser me habían zambullido en un mundo oscuro. Nunca pensé que yo podría llegar a ser TAN perdido. Mi apodo era “Crazy War” (‘Guerra Loca’, de mi apellido y maneras salvajes). Encima de todo en esta época de depresión, perdí la posición primera como corredor, que tenía, por causa de una lesión en la pierna. Poco a poco, por la esperanza desesperada de que tal vez Dios podía cambiar mi vida, empecé a leer el Evangelio de Juan, cuando mis amigos no estaban alrededor. Me ponía los audiófonos, escuchaba a Santana, y traía a mi “caso” a Dios mientras que contemplaba las palabras de Jesús. De cierto modo, mis maneras salvajes me proporcionaban una gran ventaja, porque cuando empecé esta búsqueda, mi espíritu no era religioso de cualquier forma. Yo era un hombre violento que de ninguna manera iba a jugar “iglesia” o actuar como un buen tipo falso para ser aceptado por una comunidad cristiana.
Quando alguien piensa en estudiar la Biblia, piensan en que la Biblia les puede enseñar. Piensan en lo que pudieran ser capaz de aprender del estudio de la Biblia. Tiene mucho para darte. Todo esto, por supuesto, es cierto. Estamos sujetos a la Biblia, no la Biblia a nosotros. Hay temas y tiempos en nuestra vida cuando buscamos y necesitamos la claridad. Podemos pensar que sabemos la verdad general sobre algo, pero ignoramos los detalles de cómo conformar nuestras vidas a la Palabra de Dios. Está en estos momentos cuando tenemos que estar seguros de que dejamos que la Palabra establezca nuestra realidad, en lugar de nuestro propio estilo de presunción sobre lo que pensamos que Dios quiera.
El apóstol Pablo dice: “El conocimiento se hace orgulloso” y no permanecerá (1 Cor.13:8). Jesús deja claro que uno puede tener un gran conocimiento de Dios, sin embargo, ser absolutamente carente de Su Carácter (Jn.5:39). Es triste decir que este es el estado actual de los “cristianos” de hoy. Su conocimiento de las Escrituras depende de lo que se escucha de los ministros en lugar del estudio personal. Ellos lo encuentren muy fácil a averiguar una “gran” conocimiento de las Escrituras y absolutamente presumen que este sea su base para la “salvación”. Al igual que los hipócritas farisaicos de antigüedad, se aferren a una apariencia de piedad, mientras que niegan la revelación indiscutible de las palabras de Jesús que dicen a morir a uno mismo (2 Tim.3:5, Jn.12:24-25). Quedan carentes del desarrollo individual en aras de poder adaptarse a las formas de un sistema religioso.
Un Ejemplo de "Traerlo"
Quiero explicar aquí cómo debes traerte a “ti mismo” a la Palabra. Millones leen la Biblia con un millón de reacciones distintas. Entonces, obviamente, no hay nada inherente en la Biblia que obliga a uno a leer de manera precisa o encontrar en ella lo que Dios quiere para ti. Es totalmente dependiente de lo que tú traigas a ella. Puedes traer presunción, que te dejará sin nada más que conocimiento intelectual, o puedes traer la humildad que te dará la revelación.
Si salgas a comprar un barco, sin saber nada acerca de ellos, y vayas caminando en un puerto deportivo con dinero en el bolsillo, sin duda crearías uno de los peores días de tu vida. Pudieras tener un barco, pero no tendrías ni conocimiento de lo que estás haciendo y lo más probable es que tendrás un desastre en las manos. Te lo digo yo. Compré un velero para navegar hacia Cuba y casi terminé en el fondo del mar. Uno se emocione con la novedad de un nuevo estilo de vida, hasta que se llegue a las realidades exigentes que están involucrados. Del mismo modo, esto es cierto para todas las cosas del mundo. Debes saber lo que quieres antes de comprarlo. Jesús lo expresa así “Calcula el costo…” (Lk 14:26-28).
Aprender la Palabra de Dios exige que te traigas a ti a la mesa. Esta puede parecer loca, pero bajo la apariencia de “comunidad”, conformidad religiosa es la norma. Al contrario del Testamento Antiguo, Jesús se centra en el individuo. ¡Sé tú mismo! Sólo Dios puede transformarte en alguien que ES alguien. Si estás tratando de simular la imagen de un cristiano, entonces no estás en la “morada” para acceder al poder de estar cambiado por la Fuente (Jn.15).
Debes calcular las profundidades de una inversión de toda la vida para que no “compres un barco”, lo cual no tienes el corazón a navegar o que no puedes navegar ¡porque no es navegable! Se me vendió un pedazo de basura, porque no actué con la debida diligencia en mi propuesta. Lo que digo, mi amigo, es que NO COMPRES la chatarra barata de “cristiandad” que está vendido por los “vendedores” que se llamen “predicadores”. ¡Averigüe por tu propia cuenta lo que Dios dice! Mientras que desarrollé el corazón individual a cómo yo quería conocer a Dios, ¡recibí los ricos frutos de la revelación de Dios mismo!
A pesar de que eres solo otro pecador en las generaciones del tiempo, lo que determina que es que vas a sacar de Su Palabra es que la traigas. ¿Estás tratando de ser una “buena” persona que lee la Biblia o un transparente Gentil “nadie” anhelando incluso las migas de pan de la mesa del Señor (Matt.15:27)? Cuando empecé a leer ese “irrelevante documento antiguo” que estaba impuesto por mi papá hace años, me quedé mudo de asombra por cómo los ojos, las manos y el corazón abrieron a un mundo que yo nunca antes sabía que existía.
¿Podrías realmente convertirte en una oveja que oye la voz del Pastor? ¿Podrías escuchar a Dios hablándote Sus palabras a través de Su Palabra? ¿Qué traes? ¿Cuál es tu capacidad de “oír”? ¿Sabes que buscar en este “barco”? ¿Qué es lo que deseas y que desea Dios para ti? ¿Estás dispuesto a aprender a navegar por aguas desconocidas? ¿A qué velocidad? ¿Cuál será tu disposición? ¿Estás listo para una empinada curva de aprendizaje? La revelación te puede aplastar tanto como alzarte. Jesús promete “una mecha humeante Él no se apagará “, pero debes” traer” la verdadera humildad y la fe (Mat.12:20). No quieres morder más de lo que puedes masticar. Quieres morder algo que a ti te encantaría masticar.
En otras palabras, Dios es tan inmensamente personal que Él elija selectivamente qué te dará de acuerdo a lo que quieres darle a Él. ¿Puedes ser suficientemente humilde y suficientemente sabio para saber lo que quieres y que necesitas? Entonces, esta búsqueda para leer, para estudiar, la Palabra de Dios depende tanto, si no más, en ti que en Dios. En la televisión estadounidense, una vez vi un show llamado ‘ Master Chef ‘ en que a los cocineros competidores se les dio la oportunidad de entrar en el mercado más lujoso y elegir lo que querían para cocinar de acuerdo con quienes eran y con que sabían. Fue una elección muy selectiva y exigente. Tenían que saber ambos su pericia y sus límites. A continuación, se esperaba que hicieran lo máximo con su elección. Todo dependía de que ellos “LO” trajeran. ¿Qué es este “LO”? ¿”Lo” tienes? Si no, ¿vas a encontrar”lo”?
La fé es el combustible, el avion es la palabra de Dios. Cuando una persona tiene los dos, pude ir a las alturas de velocidad y poder. Es tan fácil de dejar que todo depende de Dios. Es tan perezoso. Es tan genérica e impersonal. Es el descreimiento. En tal forma de pensar, no existe una fe personal. “Bueno, Dios, ¿qué es lo que quieres para mí? Es que no lo sé”. ¡Qué forma de escabullirse! “Por favor cámbiaME…daME …muévaME… guíaME …ayúdaME”. Puede sonar tan humilde cuando, en realidad, es como nada más que un mocoso malcriado egoísta esperando que un padre rico le elimine cualquier participación individual en una visión de poder lograr una misión más amplia que la de la auto-gratificación. Jesús dice: “Venga a Mí” y “Vaya por todo el mundo”. ¡La responsabilidad individual por nuestra voluntad libre no se puede exagerar! Dios nos hace responsables que HACER lo que ya se ha revelado. Él se compromete a proveer CUANDO lo hacemos. Cuando llegues a comprar este “barco”, este “Vendedor” no te ve como un billete de un dólar. Cuando te separes a ti mismo de los demás, Dios responde inmediatamente a ti, dondequiera que estés en la vida, como un individuo. Él te tratará contigo no como genérico, común o uno entre un millón. Tienes un nombre y un rostro y un corazón. Tienes una voz y un tono y un gesto y una mirada. Tienes un método individual de inspiración y un proceso de pensamiento único del humor. Sin embargo, cuando te enfrentes con Dios, las cosas ya no son acerca de TÍ, sino de la maravilla del ÚNICO que trataría contigo de tal modo. Como dice Jesús, lo más que te pierdes a ti mismo en Él, es cuanto que encuentras tu destino en Él Jn 12:25
¿Vas a traer esta forma de pensar a la mesa de la comunión con Dios mientras que lees Su Palabra? No debes dejar tu personalidad al umbral de la Biblia y leerla como “el documento antiguo irrelevante”. Tienes que aprender a estudiar para llegar a ser ambos un erudito y un hijo. Aprender que la relación se adelanta al conocimiento y que para ser como Él, debes admitir que no hay nada dentro de ti que es como Él. Todo depende de “LO” que traigas. Todo depende de “lo” único que tienes que nadie más tiene. No se trata de lo que Dios te dará, porque Él ya lo ha dado todo y te dará cualquier cosa. Se trata de lo que tú vas a traer a Dios.